IAN HODDER

Sostiene que tanto los humanos como los objetos tienen la capacidad de influir y actuar dentro de un sistema social o cultural. Ha aplicado este concepto para entender cómo las personas y los objetos interactúan y se relacionan en contextos arqueológicos. (Hodder, 1982).

Utiliza este término para describir las complejas interacciones entre humanos y objetos a lo largo del tiempo. Sugiere que no se puede separar fácilmente a los humanos de sus entornos materiales y sociales, y que estas relaciones están entrelazadas de maneras complejas y dinámicas. (Hodder, 2012).

Enfatiza la importancia de estudiar los objetos materiales y artefactos en arqueología para comprender mejor las prácticas sociales y culturales de las personas del pasado. Considera que los artefactos son más que simples herramientas; son mediadores de relaciones sociales y simbólicas. (Hodder, 1982).

Este enfoque arqueológico desafía las interpretaciones objetivas y científicas predominantes en la disciplina, centrándose en cambio en las experiencias subjetivas, las narrativas y las relaciones de poder. (Hodder, 1999).

Aboga por la reflexividad en la investigación arqueológica, lo que implica una conciencia crítica y autoevaluación constante de las suposiciones, valores y sesgos del investigador que influyen en la interpretación de los datos arqueológicos. (Hodder, 1982).

Se centra en el estudio de las relaciones sociales y las estructuras de poder en el pasado a través de la evidencia arqueológica. (Hodder, 2012).

Ha promovido la importancia de interpretar los artefactos y paisajes arqueológicos en términos de sus significados simbólicos y culturales. Este enfoque reconoce que los objetos materiales no solo tienen funciones prácticas, sino que también pueden ser portadores de significados profundos para las personas que los crearon y utilizaron. (Hodder, 2012).

Examina cómo las acciones cotidianas de las personas en el pasado contribuyeron a la formación y transformación de las estructuras sociales y culturales. (Hodder, 1982).

Se refiere a la capacidad de las personas y los objetos para transformar y dar forma a sus entornos sociales y materiales a lo largo del tiempo. Hodder considera importante entender cómo esta capacidad ha influenciado la evolución cultural y social en el pasado. (Hodder, 1999).

Estudia los procesos post-deposicionales que afectan a los restos arqueológicos. Comprender cómo los objetos y los contextos arqueológicos cambian y se alteran con el tiempo es crucial para interpretar correctamente la evidencia del pasado. (Hodder, 2012).

1. 1. Enfoque Contextual: enfatiza la importancia de considerar el contexto en el que se encuentran los artefactos arqueológicos, incluyendo tanto su posición espacial como su relación con otros artefactos y características del paisaje. Este enfoque contextual ayuda a comprender mejor cómo los artefactos se utilizaron y se relacionaron en su entorno original.
   2. Interdisciplinariedad: aboga por la colaboración entre diversas disciplinas, como la arqueología, la antropología, la sociología y la teoría crítica, para enriquecer la comprensión de los datos arqueológicos desde múltiples perspectivas.
   3. Reflexividad: promueve la reflexividad en todas las etapas de la investigación arqueológica, lo que implica una consideración crítica de los propios sesgos, suposiciones y valores del investigador. Esta conciencia reflexiva ayuda a evitar la imposición de interpretaciones preconcebidas en los datos arqueológicos.
   4. Investigación Interactiva:  favorece un enfoque interactivo en la investigación arqueológica, que involucra a las comunidades locales y a otros interesados en el proceso de investigación. Esto no solo promueve una comprensión más completa de los sitios arqueológicos, sino que también fomenta un diálogo abierto y colaborativo sobre su significado.

1. 1. Excavación Controlada:  utiliza técnicas de excavación controlada para registrar meticulosamente la disposición y la asociación de los artefactos en el sitio arqueológico. Esto permite reconstruir las secuencias de actividades humanas y entender mejor la función y el significado de los artefactos en su contexto original.
   2. Análisis Espacial:  emplea análisis espaciales detallados para examinar patrones de distribución y asociación entre artefactos y características del paisaje. Esto ayuda a identificar posibles áreas de actividad humana y entender la organización social y económica de los sitios arqueológicos.
   3. Análisis de Artefactos:  realiza análisis detallados de los artefactos arqueológicos, incluyendo estudios tecnológicos, tipológicos y funcionales, para entender mejor su fabricación, uso y significado cultural.
   4. Estudios Etnoarqueológicos:  a menudo incorpora estudios etnoarqueológicos, que implican la observación y la experimentación de prácticas y tecnologías tradicionales en culturas contemporáneas, para informar la interpretación de los datos arqueológicos.
   5. Narrativas Interpretativas:  utiliza narrativas interpretativas para integrar los datos arqueológicos en un marco teórico más amplio, que puede involucrar conceptos como la agencia, el entrelazamiento y la práctica. Estas narrativas ayudan a construir explicaciones holísticas y contextualizadas del pasado humano.